Cómo ya he mencionado en publicaciones anteriores, en la nueva Constitución debe quedar explícito que todas las personas somos iguales en derechos y dignidad. Pero como complemento a ello, hay que dejar plasmado el Derecho a la No Discriminación.
En la actualidad Chile está suscrito a diversos tratados y pactos que engloban medidas para garantizar este derecho, pero ninguna se cumple.
En nuestra Carta Magna tiene que señalarse que nadie podrá ser discriminado por motivos arbitrarios, tales como: Su género, identidad, orientación sexual, condición socioeconómica, edad, origen nacional o étnico, capacidades diversas, religión, opinión política, o cualquier otra condición que tenga el propósito de afectar o deteriorar el goce completo de los derechos y libertades fundamentales.
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